Ayer pudimos asistir a la presentación de la Guía de Edificación Sostenible para la Vivienda, del Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco, en el marco de la feria GEO2, celebrada en el BEC.
Pudimos escuchar una breve presentación de Pilar Garrido, la directora del departamento, de José María Fernández, de IHOBE, de Mercedes Fernández Urceya, Técnico de la Dirección de Vivienda y de Jon Aranguren, arquitecto que explicó un caso práctico de aplicación de la Guía en uno de sus proyectos de vivienda social.
Lo que yo no sabía es que esta Guía era una revisión de otra similar publicada ya en el 2005 y que por lo visto no ha tenido mucho éxito de aplicación a pesar de las subvenciones a los arquitectos propuestas en 2006. Solo dos arquitectos recibieron la subvención para un total de 5 proyectos.
Esta nueva versión pretende tener mucho más éxito, pero aún quedan muchas preguntas por resolver...
En realidad, al menos por lo que yo pude comprender, la guía es un compendio de tablas excel que hay que rellenar para ir consiguiendo puntos que definan cuan sostenible es nuestro edificio proyectado o construído. Aunque se puede (y se debe para poder tomar ideas y también para saber como poder orientar el proyecto) consultar en las primeras fases de diseño, las tablas se rellenan al final, es decir, es un documento más a añadir al montón que tenemos los ya desbordados arquitectos. El premio, una certificación, que parece que pronto va a ser preceptivo para viviendas VPO y más tarde, según objetivos del departamento, para todo tipo de Edificación.
Esta cuestión de lo obligatorio y lo voluntario es una de las más interesantes en el tema de la normativa para una construcción más sostenible, que seguro intentaré desarrollar en futuros posts.
Hoy, solo comentar, que la impresión general de la presentación de ayer es que el sistema aún está "en pañales". Los técnicos no lo explicaban muy claro, no nos dieron copia ni de las tablas, ni del manual provisional, por problemas técnicos, no nos explicaron claro (o yo no entendí)cuales son sus objetivos precisos ni los planes de aplicación...
Por otro lado, si bien está claro que toda iniciativa en aras de una construcción más sostenible, es aplaudida desde este blog, me preocupa un poco esta invasión de sistemas que estamos padeciendo los arquitectos últimamente. Ni siquiera los que estamos plenamente interesados en la sostenibilidad, consiguimos desenvolvernos entre nuevas normativas, nuevos programas para "facilitarnos" los cálculos y compatibilidades y errores entre los distintos softwares. Cuando algo falla en nuestros cálculos, ni siquiera llegamos a saber si es culpa nuestra que aún no sabemos manejarnos en la montaña de información o del programa que da error porque está en modo de prueba.
Además, las soluciones con tanta norma se limitan de una forma extrema. A ver quién se atreve a partir de abril del año próximo con la aplicación de la nueva normativa de ruido, a aplicar alguna solución constructiva que no esté en el limitado catálogo constructivo que nos han facilitado.
Tanta protección repercute aún más en contra de los materiales y las soluciones más sostenibles. La normativa que debería defenderlos, los aplasta. Los que abogan por el diseño bioclimático ya hace tiempo que se han quejado de que los programas como LIDER y CALENER no tienen en cuenta los dispositivos más básicos de diseño pasivo, como los invernaderos adosados, o los muros trombe.
Los arquitectos nos vemos casi imposibilidados para prescribir en nuestros proyectos materiales naturales que no hayan podido obtener aún la batería de soluciones constructivas para su comportamiento acústico. Por ahora solo las grandes empresas han podido hacerlo...
En esta misma línea empiezan a superponerse un sinfín de certificaciones europeas, españolas, regionales de certificaciones, obligatorias, voluntarias, etc. para que vamos a necesitar un croquis.
Es habitual que los arquitectos no trabajemos en una sola región y para cada pequeño proyecto, ya nos hemos acostumbrado a tener que pasar por un sinfín de normas locales y reginales particulares para cada caso... A esto vamos a añadir ahora, la puesta en marcha regional de certificaciones energéticas y ecológicas, voluntarias o preceptivas solo en algunos casos...
En fin, aplaudo la iniciativa vasca y espero que les copiemos pronto en otras regiones, pero a ver si con un poco de suerte, les copiamos el sistema y no nos vuelven aún más locos a los ya muy machacados técnicos.
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1 comentario:
Acertada descripción de un tema que todavía tiene muchos escollos por superar. Si bien las intenciones son buenas, hace largo rato que sabemos que el compromiso con la bioconstrucción no esta saldado aun y que la única forma de llegar a ser mas respetuosos con el medio es que nuestros técnicos de urbanismo(a los que por cierto, les pagamos todos)sean siempre los que estén en la cresta de la ola en ese tema..
Adelante, bioabanderada de los arquitectos eco-responsables!!!!!!
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